miércoles, junio 11, 2014

Parusía, el segundo advenimiento

La palabra Parusía significa hacerse presente, el advenimiento y para los creyentes es aplicada a la segunda venida de Jesús un evento que muchos esperan y para religiosos o agnósticos genera polémica. Ahora bien trascendiendo esa discusión de sí es posible o no o de sí estamos viviendo los signos proféticos  de la posible Parusía de Jesús, como en muchos casos, dejamos de lado lo realmente importante porque en nuestra vida cotidiana nos hemos vuelto egoístas y hasta cínicos e independientemente de nuestra Fe, o de la falta de ella, estamos mas pendiente del humo que de la candela... Ese mismo hombre que algunos esperan vuelva nos dijo que podía estar en cualquier niño o tras una persona necesitada y lo que con ellos hiciéramos se lo estaríamos haciendo a él, hacemos caso omiso al hambre y la miseria de nuestros hermanos pero levantamos nuestras voces hipocritamente en rezos inútiles, médicos que dejan morir pacientes porque no tienen con que pagar, preferimos botar comida que compartirla con aquellos que no tienen, derrochamos recursos, matamos animales para usar su piel y dejamos perder su carne que puede alimentar a algunos, convivimos y juzgamos apariencias pero no buscamos en nosotros para dar compasión y amor y luego pedimos misericordia ante nuestros propios errores...
La Parusía está aquí porque Jesús está presente en cada persona que sufre injusticias, miseria y hambre: la vanidad, la ambición, el marco de lo aparente nos ciega y nos aleja de lo verdaderamente importante. Es nuestro deber y nuestro derecho Dar y Recibir Amor Verdadero ocuparnos los unos de los otros con sinceridad y armonía. Dejar de lado lo que nos separa de nuestro entorno natural y sobre todo de otros seres humanos debería ser más importante que cualquier cosa que, a nuestro limitado parecer, nos separe. El vendrá como ladrón en la oscuridad, sin avisar, sólo los signos de los tiempos pueden darnos alguna luz sobre ese momento pero es muy posible que ya esté entre nosotros separando la cizaña del trigo para posteriormente efectuar la ciega y cosechar la mies; mientras tanto nosotros nos dejamos llevar por simples ilusiones que siempre pasarán.
Creamos o no en una deidad debemos asumir la responsabilidad de vivir en función no sólo de nuestras individualidades sino de todo lo que nos rodea para dejar detrás de nosotros un mundo mejor al que encontramos por el bien de nuestros hijos y los seres que supuestamente amamos, al árbol se le conocerá por sus frutos demos entonces lo mejor de nosotros y abramos nuestras mentes y corazones a las razones que tenemos para unirnos lo demás es simple vanidad.

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